El género de la habanera nació en Cuba el siglo pasado como ritmo descendiente del baile europeo de la contradanza. Sus canciones eran de todo género, pero la nostalgia de muchos marineros catalanes que habían estado en Cuba, hizo que la habanera se convirtiera en un ritmo popular.
El canto de taberna era una de las formas de entender las largas noches de invierno especialmente en pequeños pueblos de difícil comunicación como eran los de la Costa Brava.
En la actualidad no hay población catalana, por más pequeña que esta sea, que en su fiesta mayor no participe un grupo de “Havaneres”, muchos de los cuales incorporan una voz femenina. Su estética recuerda a los marineros de ultramar.
Las cantadas de “Havaneres” siempre van acompañadas del “cremat de rom”. Una bebida que se prepara en una cazuela de barro una botella de ron, azucar, canela y piel de limón.
Una vez todo mezclado se le prende fuego hasta que se consume una tercera parte del alcohol y se apaga añadiéndole un poco de café o tapándola.